Se acaba el curso político, por unos días, y toca reflexionar sobre cómo está nuestra ciudad.
Solo es necesario pasear por nuestras calles y plazas y escuchar a los vecinos y vecinas para valorar con un suspenso rotundo la acción del gobierno municipal de ERC y En Comú Podem.
Un suspenso sin paliativos.
Nos encontramos con una ciudad en un estado de deterioro constante, con una falta alarmante de mantenimiento, desordenada y descontrolada, sin cuidados en la vía pública, en los espacios comunes, lastrada por un gobierno que no actúa ante lo importante e invierte dinero y más dinero en acciones superficiales y puramente cosméticas.
Se trata de maquillar con iniciativas secundarias su incapacidad para abordar los problemas reales de nuestra ciudadanía, de dar soluciones rápidas y contundentes.
Es un gobierno que vive en su propio espejo, que no deja de mirarse y que ha apartado la vista de la gente. Un gobierno y un alcalde que no escucha, que tacha de la lista a cualquiera que le lleve la contraria, que es incapaz de sacar a nuestra ciudad del letargo en el que la han instalado.
Un gobierno repleto de un personalismo antiguo, de un desprecio sistemático a la oposición, que no sabe actuar en lo urgente y, lo que es peor, que no tiene un rumbo ni un proyecto de futuro que prepare a nuestra ciudad ante los retos que se nos presentan.
Sant Andreu es una ciudad que debe recuperar un camino de prosperidad, que debe ser ambiciosa y atrevida y actuar en todos los ámbitos.
Y tener un gobierno firme pero amable, que escuche y que actúe, que se explique y escuche y que no genere problemas, que no divida ni enfrente como hace el actual.
Sant Andreu se merece otro gobierno y otro camino y os aseguro que nosotros os lo vamos a proponer, os lo vamos a explicar y vamos a contar con todos y con todas.
Sant Andreu nos apasiona y no vamos a permitir que siga degradándose cada día que pasa.
Sant Andreu se merece otro futuro.
Juan Pablo Beas