OPINIONS i PROPOSTES

PROMETIERON EL ORO Y EL MORO

divendres 25 de juliol del 2025, Sant Andreu de la Barca

Buenísimo mal entendido

Durante años, Europa —y en particular ciertas regiones— ha intentado convertirse en estandarte de la integración multicultural, acogiendo con generosidad a quienes huyen de guerras, pobreza o persecuciones. Pero lo que se vendió como un modelo de inclusión y enriquecimiento mutuo, empieza a mostrar grietas profundas, tanto sociales como identitarias. El problema no es la ayuda ni la acogida en sí, sino el modelo con el que se pretende sostenerla: un buenismo mal entendido que, lejos de favorecer la convivencia, amenaza con erosionar los pilares de nuestra sociedad.

 

Quizás no sea el mejor camino fomentar o permitir la concentración de costumbres y creencias ajenas a nuestro modelo cultural, especialmente cuando estas contradicen valores que nos ha costado siglos consolidar: igualdad, laicismo, libertades civiles, derechos individuales. La integración real no puede basarse en duplicar aquí estructuras sociales que ya fracasaron en los lugares de origen. Integrarse significa adaptarse al país que acoge, no al revés.

 

El problema no es religioso, ni racial: es de modelos. Si lo que importara fuera únicamente el factor humano, sin atender al proyecto colectivo, nadie cuestionaría nada. Pero ya empezamos a sentir los efectos de esta implantación social sin filtros ni exigencias. Y lo que antes se celebraba como tolerancia, hoy se traduce en inseguridad, fragmentación y miedo. Miedo no solo al cambio, sino a expresarse. Cada vez son más los ciudadanos que, incluso sin posicionamientos extremos, sienten temor a señalar lo evidente: que este sistema de acogida sin integración está fracasando.

 

Y mientras tanto, la factura la pagamos todos. Nos dijeron que venían a aportar, a sumar, a enriquecer. Pero cada vez somos más quienes sentimos que, cuando esto se derrumbe —económicamente, socialmente, culturalmente— muchos de los recién llegados tendrán a dónde volver. ¿Y nosotros? ¿Dónde nos refugiamos de la ruina en la que se está convirtiendo esta Europa desorientada?

 

Nos prometieron el “Oro y el Moro”. Y del oro ya va quedando poco. No por culpa de quienes llegan, sino por quienes, en nombre de la bondad, han confundido integración con cesión, convivencia con sumisión, y solidaridad con irresponsabilidad.

 

No es xenofobia querer proteger nuestra cultura. Es simple instinto de Supervivencia

 

Fdo: Amador Vázquez Jorge 

Grupo Municipal Vox SAB