Los hechos hablan por sí solos. En las últimas semanas, Sant Andreu de la Barca ha sido escenario de una serie de incidentes que, lejos de ser puntuales, evidencian una tendencia preocupante: la inseguridad está creciendo, y muchos vecinos empiezan a perder la confianza en la protección que deberían garantizar las instituciones.
El pasado domingo, durante un acto cultural en el Casino de Sant Andreu, varios artistas fueron víctimas de robos en pleno evento. Una riñonera con objetos personales, tarjetas y llaves del coche desapareció, mientras que otra persona fue sorprendida in fraganti intentando robar. No es la primera vez. Días antes, otros asistentes sufrieron el robo de sus teléfonos móviles en el mismo lugar. Es evidente que faltan medidas preventivas y de seguridad en espacios públicos donde la ciudadanía debería sentirse protegida.
Más alarmante aún es el caso ocurrido el 26 de enero, cuando un grupo de menores asaltó violentamente a otros jóvenes en plena calle. Afortunadamente, gracias a la valentía de las víctimas y al trabajo conjunto entre la Policía Local y los Mossos d’Esquadra, se logró detener a dos de los autores. Pero no podemos pasar por alto que otros dos implicados, por ser menores de 14 años, no pueden ser imputados. Un detalle que enciende todas las alarmas: ¿qué estamos haciendo como sociedad para que adolescentes actúen con ese nivel de violencia e impunidad?
A este clima de inseguridad se suma el vandalismo constante en zonas como el aparcamiento del centro comercial, donde varios vehículos han sufrido daños de forma reiterada. No se trata de un caso aislado, sino de una escalada de hechos que, cada vez más, afectan la vida cotidiana de muchos vecinos.
Y todo esto, mientras desde la alcaldía se lanzan declaraciones públicas presumiendo que Sant Andreu de la Barca es “la quinta ciudad más segura de Cataluña”. ¿En serio? ¿Qué ciudad están viendo desde el despacho municipal? Porque la que viven cada día los ciudadanos —los que sufren robos, agresiones o ven sus coches destrozados— dista mucho de ese relato triunfalista.
La portavoz del Partido Popular, Sonia Aranda, ha sido clara: no se puede seguir ocultando la realidad detrás de datos parciales o discursos que no conectan con la vida real de la gente. Y tiene razón. Lo que hace falta no son titulares para maquillar la situación, sino medidas urgentes, más presencia policial y una gestión valiente que anteponga la seguridad y el bienestar de todos.
Ya no sirve mirar hacia otro lado. La inseguridad es real. La indignación crece. Y lo que hoy son robos y vandalismo, mañana pueden convertirse en hechos aún más graves si no se toman decisiones. Es hora de dejar atrás la autocomplacencia institucional y actuar con responsabilidad. Porque los vecinos no quieren excusas, quieren soluciones.
Sonia Aranda
Portavoz del GM Partit Popular de Sant Andreu de la Barca.